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la bitácora del marqués

COMENTARIO REAL (acerca de Deportivo Morón 4 vs. Atlanta 2, disputado el 31/03/08)

Por el Marqués Milton Saráchaga de la Vega  

   

EL BOMBERO LOCO  

  “¡Tú también, hijo mío!” Julio César

 

      Tiempos difíciles estos que nos tocan vivir, mi fiel escudero, en que lo hijos no respetan a los padres, y lo peor aún, a veces, los traicionan y le clavan una puñalada trapera, como Bruto a su padre adoptivo, el César.

     ¡Fíjate lo acontecido en la noche de este lunes con nuestro hijo dilecto, el gallito de Morón que nos despojó de un triunfo vital de una manera por demás injusta! Claro que para eso contó con la invalorable complicidad del encargado de arbitrar las acciones.

    Pero no es parte de mi filosofía, y no me dejaré caer en la tentación de culpar al umpire de esta derrota, casi terminal, que hemos sufrido, allá, en el lejano oeste. Tengo que este señor tiene el mismo derecho al error que cualquiera de los protagonistas del espectáculo que nos ocupa.

  Así que atlantinos, a las cosas.

  San Salvador dispuso la siguiente alineación para la emergencia: Don Rodrigo entre los maderos. Fuente como marcador derecho y tendencia a mezclarse entre los medios, el Máximo Bogni, el ex Ferro Cherro y Bilbao como fuerza expulsora.

  En el mediocampo a el León De Muner, el ultramontano Scatolaro y el rubio Ferreras.

  Lucas de intermediario y, de punta, Castillito y el clown Molina.

  Sorprendieron las ausencias del Chiqui Pérez (ni la banca supletoria), de Moncho Fernández y de Ojeda en la nómina de los titulares.

  A las 21.03hs de nuestro particular huso horario, el señor Fernando Echenique (¡compadre!) dio por iniciado el entuerto, que de entrada mostró una leve mejoría por parte de los occidentales, en virtud a la sapiencia de Casado, el buen andar de Tríbulo por el redondel del medio y la movilidad y picardía de Akerman en las cercanías del reducto villacrespense.

   Pero los moronianos, son un equipo bastante desequilibrado y lo que es ponderable y digno de encomio en ataque es repudiable en defensa.
  Así que con el empeño de Lucas, algunos aciertos de Fuente en función de ataque y el buen partido de Castillo, los de la Ciudad Autónoma se las arreglaron para ir emparejando las acciones.

  No obstante esto, cumplida la docena de minutos, ese verdugo que tienen los bohemios que es Pablo Casado le pegó desde afuera del área con la misma potencia y precisión que lo hacía en Ensenada, y venció la vistosa estirada de Don Rodrigo.

   Respondió de inmediato el equipo visitante, herido en su honor de caballero, y  un cabezazo de Ferreiro se le escurrió de la mano al arquero de Morón y pareció que la pelota había atravesado la blanca línea demarcatoria, pero el señor Echenique (¡compadre!) hizo seguir.  

   Ahísito nomás, un centro desde la derecha fuere rechazado como el ajo por el bruto del defensor central del gallo y Castillito definió sin problemas a uno de los rincones, determinando, de esta manera, el empate transitorio.

   Siguieron unos buenos momentos para Atlanta, en donde hasta pudo haber desnivelado cuando el Boli le pone una habilitación maravillosa a Molina y este desperdicia al intentar hacerle un sombrero de copa a la apresurada salida del golero albirrojo.

   Cuando el árbitro del cotejo, señor Fernando Echenique (¡compadre!) da por terminado el primer tiempo, el score ilustraba con justicia lo visto sobre el escenario de la contienda.

   Tras la tregua y el reparador descanso, comienza el segundo tiempo.

   No habían pasado ni 180 segundos, cuando Castillo hurta la pelota al dormido del marcador izquierdo y levantando la mirada cede el balón a Molina, que esta vez no desaprovecha la gestión de su camarada y establece el 2 a 1 a favor (obviamente) de su equipo.

    El Deportivo Morón siente el golpe y no atina a reaccionar con eficacia. Se aproxima poco y sin poner en riesgo la integridad física de la valla defendida por Don Rodrigo.

   Parecía  que Atlanta tenía todo controlado y que podía manejar el partido y conducirlo a buen puerto, pero Bongiovanni hace ingresar a un tal Esquivel y el refresco rinde sus frutos en lo que hace a proyección y creación de espacios.

   Así y todo al Gallo le hubiese costado torcer la resistencia bohemiera, sino fuera que en la mitad justa de la segunda mitad, el caballero Fernando Echenique (¡compadre!) hecha a volar su fecunda imaginación e inventa un penal insólito, que Casado transforma en goal y se va expulsado, vaya uno a saber porque.

   San Salvador  va por la victoria y muta a Ferreiro por el Moncho Fernández, que ingresa fresquito como la noche y en ningún momento consigue meterse en el ardor de las acciones.

   Todo parecía conducir a una equitativa repartición de puntos, que poco y nada servían a las apetencias de los auriazules de acortar distancias a su ya lejano y casi inalcanzable perseguido.

   Pero el señor Fernando Echenique (¡compadre!) debe consumir de la buena y en un cruce inofensivo del Máximo Bogni con un delantero moronista ve otro penal, como Don Alfonso Quijano veía gigantes en los molinos de viento.

  El defensa Ceferino Denis es el encargado de ejecutar a Don Rodrigo.

  Ya sin reservas morales ni futbolísticas, Atlanta  va por la igualdad y en una rápida contra, precisamente Esquivel cierra el marcador de esta nueva derrota bohemiera.

   Así hemos quedado, mi fiel escudero, sin ilusión y sin fe, esperando solo que llegué la fecha 11° de las revanchas, para con un triunfo ante el archirival montecastrino, poder salvar el año.

3 comentarios

Zaphod Beeblebrox -

Je je je... simpatica la manera de narrar el cotejo.
Pero perdieron y a llorar a la iglesia. O sinagoga, si prefieren.

pablo el gallo -

DEJEN DE LLORAR , PERDIERON , BANQUENSELA....

julio_de_Sere -

jaja, te queres matar...
el gol que dicen que fue no fue.. lo saco en la linea, nos echaron a un jugador, hubo un penal no cobrado para nosotros a los 40 del primer tiempo, un jugador mal expulsado y 2 penales mal cobrados a favor nuestro. Te parece que al arbitro nos favorecio a nosoros?