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la bitácora del marqués

ABC del Hincha de Atlanta

ATLANTA 

   Es muy probable que de la raíz protoindoeropea  “tel” (sostener, soportar) provenga la palabra Atlas, nombre dado al gigante que encabezó una guerra de los titanes contra los dioses olímpicos  y que, al ser derrotado, fuera condenado por Zeus a sostener o soportar, nada menos que a este gravoso planeta sobre sus hombros.

  En uno de sus diálogos, Platón menciona la existencia de un archipiélago más allá de las Columnas de Hércules (Estrecho de Gibraltar) al que da el nombre de Atlántida, que significa Islas de Atlas (Atlas + nesos- islas-) .  Pero Atlas - en este caso- no refiere al gigante castigado, sino al hijo de Poseidón, rey de los mares, y Clito, y a quien su padre otorgara el gobierno de la mayor de esas islas.

  Tal vez, el sabio griego hacía mención a las actuales Islas Canarias; pero con el tiempo, aquel grupo de islas mitológicas se transformaron en un legendario continente.

  Al océano que circundaba al archipiélago y que terminó por devorarlo se lo llamó -en consecuencia-  Atlántico y a los habitantes de aquel continente perdido, atlantes.

  De allí proviene una gran cantidad de nombres y, en el caso que nos ocupa, el de la ciudad de Atlanta, ubicada en el condado de Fulton y capital del Estado de Geogia en los EEUU.

   Se dice que el nombre del C.A. Atlanta fue tomado de un barco homónimo fondeado en el - entonces activo- puerto de la Boca. Otra versión indica que un terremoto que asoló aquella ciudad en 1904 popularizó su nombre y fue elegido, entonces, por los fundadores para bautizar a la flamante institución.

   Seguramente la más confiable es la primera versión, dado que si bien Atlanta es la tercera ciudad en altitud de su país, no está ubicada  en zona de actividad sísmica.

  Lo que sí es cierto, es que el nombre es muy apropiado, dado el peso que deben soportar permanentemente los hinchas de Atlanta

    BOHEMIOS 

  Los Boios eran un pueblo de origen celta, que desde las Galias se trasladó hacia el centro de Europa, en el siglo V a.c. y se estableció en una selvática meseta central, que terminó adquiriendo el nombre de Bohemia (País de los Boios).

  Los Boios fueron expulsados por los marcomanos en el siglo I de nuestra era.

  Dicho territorio cambió de manos muchas veces, de acuerdo con la agitada historia de la región: entre otros, perteneció al Sacro Imperio, fue invadida por  húngaros y austriacos, fue también nación independiente hasta la invasión nazi y hoy es la principal provincia de la República Checa donde reside su capital, Praga..

  Los gitanos (deformación de la palabra egiptanos, ya que se creía que provenían de Egipto), un pueblo que aún hoy constituye  un misterio étnico, ingresaron a Francia en el siglo XV, merced a un salvoconducto del rey de Bohemia, lo que determinó que los franceses los denominaran  bohémiens o boumians

 Con el tiempo, el término “bohemio” se hizo extensivo a toda persona o grupo de personas de costumbres nómades o transhumantes. También a aquellos que sostienen un modo de vida no convencional.

  Sabido es que el Club Atlanta, deambuló por varios barrios de la ciudad de Buenos Aires, antes de establecerse definitivamente en Villa Crespo en el año 1935.

  Además, debe reconocerse que no es muy convencional ser hincha de Atlanta.

  CRESPO  

  La coloración del pelo supo ser el origen de muchos apellidos. Así por ejemplo los pelirrojos a Rojo, Rossi, Red, Russeau, o  Larousse, ect..; los albinos a Blanco, Bianco, White, Leblanc. También encontramos Blacks, Nero, Brown y muchos otros.

  Pero no debe haber sido el color, sino la dificultad al peinarse lo que terminó por definir el apellido del primero de los Crespo, allá en las montañas de Burgos en Castilla, aunque hay quienes afirman que su origen data de la época romana y en Galicia. Los Crespo probaron su nobleza en las órdenes de Santiago y Carlos III y su escudo de armas es un castillo de gules sobre un campo de oro.

  Un descendiente de aquellos caballeros, llamado Antonio fue el segundo intendente de la Ciudad de Buenos Aires, desde el 14 de mayo de 1887 al 14 de agosto del año siguiente, durante la oligárquica presidencia de Juárez Celman.

   En ese período, el 3 de junio de 1888, se fundó la Fabrica Nacional de Calzado que dio origen a la barriada que terminó adoptando el nombre del intendente en ejercicio.

   La palabra “villa” (que posteriormente se le asignó despectivamente a los asentamientos marginales) sirve para nombrar -en realidad- a las poblaciones lujosas, y fue muy utilizado por los agentes inmobiliarios de la primera mitad del siglo pasado para jerarquizar las zonas de loteo.  Esto explica la cantidad de barrios que utilizan esta palabra para su denominación (Luro, Urquiza, Pueyrredón, Lugano, Real, etc.).

   Entre ellos, Villa Crespo. Que no será muy lujoso, pero lo tiene a Atlanta. Y eso no es poca cosa.  

Extraído de sentimientobohemio.com

1 comentario

Megafon -

Un ligero comentario. Mucho mas inquietante sería para muchos bohemios que no tienen en buen concepto a nuestros hermanos bolivianos, conocer que hay alternativas no demasiado estudiadas a la cuestión "Atlántica". Pero que son tan serias que muchos aceptan discutir frente a la omniexplicación etnocultural euripeogrecorromana (pavadita, no). Las palabras "Atl" y "Antis" son de origen nativo americano. "Atl", de indudable raíz nahuatl y difundida en toda esa lengua, significa "agua". "Antis" es "cobre" en quichua. Por razones largas de explicar tal interpretación a la luz de estudios geológicos modernos sobre la imposibilidad del "relato" platónico tomado literalmente, ubican a esa región en Suramerica, en el Altiplano Boliviano. Y ahí, paro, pero sugiero leer algo de lo investigado por J.M. Allen, o consultar para una breve visión http://axxon.com.ar/zap/c-zappingatlteoria.htm. Es sólo un aporte mas para mirar el mundo desde "acá" como quería Federico Peralta Ramos a quien no vi en ningún piquete en estos días. Tal vez este aporte sirva para aliviar el "peso" de la anterior explicación, no por lo sísmico, que casualmente sería similar, sino porque al fin no es una historia de hundimientos sino de emergentes que siguen a flote a pesar de las pesadas leyendas.
Muy bueno el blog, Marqués. Ud. me asombra cada día más.